- Yo te prometo un para siempre.
- Eso es demasiado tiempo, nada es eterno,
todo se puede torcer y podemos acabar odiándonos.
- Bueno aunque me odies, si me necesitas iré.
- No lo creo ..... si me odias ..... no me querrás ver.
- Pues cierro los ojos.
- No me querrás oír.
- Pues no te dejaré hablar.
- No querrás oler mi perfume.
- Pues me taparé la nariz.
- ¿ Entonces ?
- Te abrazaré y te diré, .....
¿ Te acuerdas de aquella tarde que te prometí un para siempre ?
lo decía enserio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario