Mi vida solo es triste cuando tu no estas;

Mi vida solo es triste cuando tu no estas;
yo te quiero pero no te espero.

sábado, 4 de febrero de 2012

Tú encargate del principio,y yo me encargaré de que nunca haya un final

Te hablo a tí, si, a tí, ya sé que ahora mismo no me conoces, que no nos conocemos, que ni si quiera sabes mi nombre, pero tranquilo, sé que tarde o temprano nos conoceremos. Dónde. Cúando. Cómo... y lo más importante ¿ Por qué? ¿Este es nuestro momento? ¿ O seremos otro proyecto de ensayo más de relaciones fallidas? Sea lo que sea, nunca pienses demasiado, suelen estropear las cosas. A partir de ahora seremos tú y yo.
¿Qué hice para que te fijases en mi? y tú ¿Te pusiste a hacer el tonto para llamar mi atención? Si es así enhorabuena. El tonto a cautivado a esta tonta.
Sé que puedo llegar a ser a veces de trato dificil, y que al principio no sea lo suficientemente cariñosa contigo... pero dame tiempo, necesito hacerme a ti, siempre he necesitado conocer las reglas del juego para empezar a jugar. Sé que sería mas fácil si te diera una lista con las cosas que me gusta y las que no, lo que me da miedo, y lo que admiro, pero no, dejaré que lo descubras tú al fin y al cabo las primeras citas son como entrevistas de trabajo pero con cócteles incluidos. No soy de regalos, pero no sabes la alegría que me daría si tuvieras mil detalles de papel. Sin prisas, mentiras ni errores. Paciencia necesitarás un poco. De la confianza me encargaré yo, pero no me mientas tú porque entonces no sabré ni quién eres. Necesitaré de vez en cuando esos paseos por la playa en invierno, si es en el atardecer mejor. No quiero calor de invernadero. Si hay que llorar a la cara que sea de verdad y no de ese hipo barato que se aprende en el cine. En mi casa no hay nada prohíbido, pero no vayas a enamorarte, esa palabra me da demasiado miedo y no quiero ponerte en peligro. Hablar por hablar, sentir por sentir, son cosas diferentes así que no nos confudamos, todo está quedando perfecto como para fastidiarlo en el último momento. Cuando lleguemos a la parte de los besos te diré que esa es mi parte preferida, pero no abusemos de ellos porque me conozco y sé que terminaría extrañándolos cada vez que no te tengo cerca. De los abrazos encárgate tú, siempre he sido un poco patosa y siempre me hago un lío con los brazos. Espero que compartamos el mismo perfume; eso significará que cuando estemos juntos, tú acabarás oliendo a mí y yo a tí. Ningún olor me sería tan agradable como el tuyo recién salido de la ducha, esa mezcla entre el olor de tu pelo recién lavado y el perfume con el que me obsesionaré, ese que hará que cada vez que lo huela me recuerde a tí.
El tiempo funciona sin pilas. Los trenes no esperan y se largan. Los capuchones de los bolígrafos se pierden. Las palabras son inversamente proporcionales a todo lo que queremos decir. La batería de los móviles siempre falla. Las miradas ya son sin compromisos. La música pierde interés por sus letras. Los zapatos se desgastan. Los sueños siempre llegan con retraso. El pasado te hace rebobinar tu vida. Los días martes y trece conspiran contra a ti. Los besos se agotan. La esperanza desespera. Las leyes se imponen sin venir a cuento. Los lunes son odiosos. Los compromisos se desentienden. Las luces se funden. Los sentimientos se confunden. Los semáforos siempre se ponen rojos si los miras. Las prisas te retrasan. Los momentos son instantes. Los perros ladran por que sí. Y los gatos son muy perros. Los malos son muy malos, y los buenos, no tan buenos.