Mi vida solo es triste cuando tu no estas;

Mi vida solo es triste cuando tu no estas;
yo te quiero pero no te espero.

martes, 7 de junio de 2011

Vivimos planeando nuestra vida perfecta. Donde estaremos cuando tengamos quince, treinta, sesenta años. Pero todo es abstracto, pura imaginación fruto de nuestra ingenuidad. Realmente todos acabamos en el mismo sitio, quien sabe donde, la diferencia es que unos lo hacen más tarde, y otros más pronto. Eso quiere decir que los pobres y los ricos, los jefes y los empleados, los médicos y los enfermos, los agraciados y los no tanto, los locos y los maduros, los gafes y los suertudos, los hombres y las mujeres serán uno. Por eso se llama felicidad, una de las palabras más preciosas que pudieran existir. Porque allí convive todo el mundo por muy distinto que pueda llegar a ser, porque no existe la palabra "superioridad" y porque los unos ayudan a los otros. Porque se hace la paz y no la guerra, porque la gente sonríe diariamente y porque los sueños si se pueden hacer realidad. El principio de nuestra vida solo es una pequeña introducción a aquello que desconocemos, de lo que no sabemos absolutamente nada. Pero la felicidad puede estar en muchas partes. El cielo puede estar en tu casa, o en el parque en el que sueles quedar con tus amigos. Puede estar en las cenas de navidad o en las comidas los domingos al mediodía. Puede estar en la alegría de tener vacaciones o al doblar la esquina. Ciertamente, la felicidad es algo que no conoces, que piensas que no es muy importante porque todavía no has tenido la oportunidad de saber realmente que algo puede superar a tu realidad. Pero cuando llegas a ese perfecto lugar, te das cuenta de que has estado viviendo engañada durante años.

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